sábado, 2 de febrero de 2013

Aumento en el consumo de somniferos y tranquilizantes



El consumo de somníferos y tranquilizantes ha aumentado en los últimos años en España. El número de personas que ha tomado estos fármacos sedantes —desde el Lexatín al Tranquimazín — ha pasado del 5,1% en 2005 a un 11,4% en 2011, según la últimaEncuesta sobre Alcohol y Drogas en la Población General en España (EDADES) del Ministerio de Sanidad. Estas sustancias legales —de venta con receta— se han convertido, junto con el alcohol y el tabaco, en la droga más usada, por delante del cannabis (un 9,6% la ha tomado en el último año). Un cambio que, aunque las autoridades se niegan a hechar la culpa a la actual crisis, llega lentamente de su mano, según los expertos. La situación económica y la incertidumbre llevan cada vez a más personas a recurrir a estos fármacos para aliviar su ansiedad, advierten. Solo el 1,2% los toma sin prescripción médica.

Estas drogas con efectos sedantes, además, son las únicas sustancias cuyo uso aumenta. El consumo de alcohol, tabaco, cocaína o cannabis ha decrecido ligeramente en los últimos dos años, según los datos del estudio bianual Edades presentado hoy, que analiza las respuestas de 22.180 personas de entre 15 y 64 años. Un descenso que el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, atribuye a las campañas de prevención y a un mayor control. José Luis Rabadán, uno de los responsables de la Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (Unad), apunta también razones relacionadas con la crisis: “Cada vez hay menos dinero para comprar drogas. Eso, además, está generando un cambio en su consumo hacia sustancias más económicas, que aún no se mide”.



Pero el aumento del uso de tranquilizantes y somníferos, recalca el especialista en Salud Pública Rafael Guayta, no supone un nuevo patrón de consumo de abuso. “Estamos ante un fenómeno reactivo, no ante un cambio de apetencia”, dice este experto, responsable durante años del Observatorio de Medicamentos de Abuso del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. “Es un patrón armónico que se da en situaciones de crisis, como la actual. Han aumentado las presiones estresantes externas que recibe el individuo, y eso se traduce en el binomio depresión-ansiedad”, indica.

Los hipnosedantes rompen el patrón del resto de las drogas, cuyo uso es mayor en jóvenes y en hombres. El consumo de somníferos y tranquilizantes se dispara a partir de los 35 años, y es la única sustancia en la que el porcentaje de consumidoras es mayor —el 15,3% de mujeres la han tomado en el último año, frente al 7,6% de los hombres—. Algo que se explica, según Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española de Ansiedad y Estrés (SEAS), porque la prevalencia de la ansiedad y la depresión es superior en las mujeres. “Duplican a los hombres en estos trastornos emocionales”, dice. Además, ellas piden consejo médico más habitualmente.




Fuente: Encuesta Edades 2011, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. / EL PAÍS