lunes, 15 de abril de 2013

Krokodil


                 KROKODIL

Krokodil, la droga ‘reptileana’ que se come (literalmente) a las personas que la consumen.

Un letal substituto de la heroína, el krokodil, se ha vuelto la droga de moda entre los adictos en Rusia; el “cocodrilo” carcome la piel de las personas que lo consumen

Como si la heroína se convirtera en un cocodrilo, esta sustancia está devorando a los jóvenes adictos de Rusia.
El krokodil es desomorfina, un opiáceo sintético muchas veces más poderoso que la heroína creado a través de una serie de mezclas y reacciones químicas que los usuarios realizan varias veces al día de memoria.
Mientras que la heroína cuesta alrededor 40 dólares la dosis en Rusia, la desomorfina puede ser cocinada con analgésicos basados en codeína, los cuales cuestan 4 dólares el paquete, y los otros ingredientes caseros son baratos y están disponibles  en los supermercados. Por esto no es raro que muchos de los adictos a la heroína acaben entrando a la boca del “cocodrilo”.
Sin embargo, lo barato sale caro. El  efecto de la heroína dura varias horas, mientras que el viaje de krokodil dura entre 90 minutos y 2 horas y el proceso de “cocina” dura al menos media hora,  así que ser un adicto de esta sustancia es un trabajo de tiempo completo. Dejar la sustancia tarda un mes o más -la desintoxicación de la heroína dura típicamente sólo una semana.
Se calcula que existen 2 millones de adictos a la heroína en Rusia, el país que más heroinómanos tiene en el mundo; 100 mil de ellos son adictos a la desomorfina.
La droga toma su nombre de sus ingredientes venenosos que rápidamente vuelven “escamosa” la piel y después empiezan a carcomerla.
El diario británico  The Independent tiene una escabrosa historia sobre unos jóvenes que usan esta sustancia.
“Si le fallas a la vena te sale un absceso inmediatamente”, dice Sasha,una chica que ha dejado de inyectarse. Pero no así su amiga. “No quiere ir al hospital, sólo se inyecta. Su piel se está desmoronando y casi no se puede mover”, dice Sasha. 
Zhenya, otro joven conocedor del cocodrilo, lo explica: “Estás soñando de la heroína, de algo que se siente limpio y no es veneno. Pero no puedes costearlo, así que sigues haciendo krokodil. Hasta que te mueres”.
Hace unos días reportábamos sobre el oscuro primo tropical del krokodil, el oxi, una forma letal del crack que se está cocinando en Brasil.